¿Cuántas veces lloró Jesús en la biblia?

Al leer la Biblia y estudiar la vida de nuestro Señor Jesús, el Mesías, el elegido para guiarnos desde la Tierra, nos surgen preguntas que nos hacemos, como, por ejemplo, cuántas veces lloró Jesús.

Estas preguntas que se nos ocurren nos hacen ver de alguna forma que Jesús era ajeno a lo que somos pues el es el hijo de Dios, el unigénito del padre, y si bien esto es verdad nos hace pensar que los sentimientos de dolor y tristeza estaban presentes en Él.

Si pensamos en una persona como nosotros la respuesta seria que lloramos cuando afrontamos un sentimiento de dolor, pero cuando la preguntas sobre Jesús esperamos algo fuera de lo común.

¿Cuántas veces lloró Jesús?

Para empezar podemos recordar uno de los versículos más corto de la Biblia, el que dice “Jesús Lloró” Juan 11:35. Pero esto nonos quiere decir que Jesús no haya llorado más a parte de en estas ocasiones. De hecho Jesús conoció grandes alegrías, pero también cólera y tristeza.

Si leemos con detenimiento el Nuevo Testamento, hay tres episodios en los que Jesús derramó lágrimas. Probablemente no son los únicos momentos en que Jesús lloró en su vida, pero estos episodios ponen de relieve cosas que tocaron especialmente su corazón. 

Jesús Lloró 3 veces en la Biblia 

Estos son las tres veces en los que se refleja en la Biblia que Jesús lloró. A continuación os mostramos los hechos y los motivos. ¿ Por qué Jesús lloró ?

1. Jesús llora con la muerte de su amigo Lázaro

» María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió.

Y él dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba «. Juan 11, 23-36.

Sin duda alguna éste es uno de los pasajes más conmovedores de los Evangelios. Aquí vemos al Señor conmovido profundamente por dos hechos: ver a su amigo muerto y por sentir el sufrimiento de la familia de Lázaro . Con esto vemos que el Señor nos da a entender que él no solamente es consciente de tus sufrimientos ya que él conoció el sufrimiento. 

Es así como resucitó a Lázaro, Él posee el poder de ayudarte cuando estas sufriendo.Jesús nos muestra su verdadera compasión y llora ante el dolor de sus amigos. Por eso Cristo viene a transformar las lágrimas de tristeza en lágrimas de alegría resucitando a Lázaro de entre los muertos.

2. Jesús llora en Jerusalem por los pecados 

» Y cuando llegó cerca de la ciudad [Jerusalén], al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación». Lucas 19, 41-44.

Cuando Jesús llega a Jerusalén, se echa a llorar. Se da cuenta de los pecados pasados y futuros de las personas y su corazón se rompe. Dios, que es nuestro Padre, se entristece cuando ve que nos alejamos de Él, cuando lo que Él quiere es guardarnos en su corazón.Por desgracia, a menudo, rechazamos su amor y seguimos nuestros propios caminos. Nuestros pecados hacen llorar al Señor, pero, afortunadamente, sus brazos están siempre abiertos para recibirnos cuando volvemos a Él.

Jesús sabía de todas las traiciones de su pueblo Israel, a pesar de todo el amor que siempre demostró por su pueblo. Esa traición le dolía y por supuesto sabía todas las consecuencias que sufriría Israel debido a sus actos. Pero ese sufrimiento lloró Jesús al llegar a Jerusalén. A pesar de esas traiciones, Jesús estuvo dispuesto a morir también por ese pueblo.

3. Jesús llora en el huerto de los olivos antes de su crucifixión

» Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen». Hebreos 5, 7-9.

Jesús sabía lo que le esperaba una vez que fuera capturado, que sería crucificado. Él sabía cuando y de qué forma sería negado por Pedro, también conocía el sufrimiento de los latigazos, la humillación de los escupitajos y el dolor de los clavos en la cruz. Jesús era consciente de todo lo que tendría que sufrir, pero aún así lo hizo para salvarnos.

Las lágrimas de Jesús nos recuerdan el amor que demuestra por nosotros, que somos su familia. Estas lágrimas nos hacen ver cuánto sufre al vernos sufrir.