Oración a Santa Marta
Hoy os traemos la oración y quién fue Santa Marta, una de las santas más importantes de la historia. En la religión católica Santa Marta representa un papel fundamental.
La oración católica diaria a Santa Marta nos conecta y nos acerca a Dios. Gracias a la oración a Santa Marta mejorará nuestra vida.
El rezo a Santa Marta debe ser profundo y con un pensamiento limpio y enriquecedor. Esto nos proporcionará la unión con Dios y con nuestra fe católica. Recemos juntos esta oración:
Video de oración de Santa Marta
¿ Quién fue Santa Marta ?
Marta, escrita como «Martha» en arameo, es una figura bíblica e histórica y solo aparece en el Nuevo Testamento.
Marta nació en Betania y es hermana de Lázaro y María. Su papel es crucial en la Biblia, porque Jesús vivió en su casa al menos tres veces.
Para el cristianismo, se trata de un verdadera santa, para los católicos, es una defensora de: amas de casa, pensiones, cocineras, hoteleras, mucamas, lavanderías, azafatas, familiares o hermanas de caridad. En cualquier caso, tiene que ver con su papel en la Biblia.
Santa Marta se muestra como una mujer hospitalaria al servicio de los demás. Si busca la ayuda de Dios, orar a Santa Marta puede ayudarlo a interceder.
¿ Por qué rezar a Santa Marta ?
Entre el grupo de santas alabadas por los católicos, esta figura cuenta con un gran número de fieles seguidores.
Por eso hoy rendimos homenaje a aquellas personas que, además de alabar sus méritos, también esperan rezar por su protección, y saben que el concepto de gracia realizado en sus manos se hará realidad.
¿Cuál es la oración a Santa Marta
» Oh Santa Marta dichosa,
que tantas veces tuviste el honor y la alegría de hospedar a Jesús en el seno de tu familia.
De prestarle personalmente tus servicios domésticos.
Que juntamente con tus santos hermanos Lázaro y María Magdalena,
gozaste de su divina conversación y doctrina.
Ruega por mí y por mi familia, para que en ella se conserve la paz y el mutuo amor.
Para que todos sus miembros vivan en la observancia de la Ley de Dios,
y para que sólo Dios, y no el mundo ni el pecado, reine en nuestro hogar.
Libra a mi familia de toda desgracia espiritual y temporal.
Ayúdame en el cuidado de mis hijos y subordinados.
Y concédeme la dicha de verlos unidos bajo la mirada paternal de Dios en la tierra,
para volver a verles reunidos en las moradas del cielo. «
Amén
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